Promover la equidad en salud digital: de la infraestructura a la atención inclusiva

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En los últimos años, el panorama de la salud digital ha experimentado un rápido crecimiento, lo que ha modificado la forma en que se presta la atención médica y se accede a ella. Sin embargo, a pesar de los avances tecnológicos, persisten disparidades significativas en los resultados de salud entre razas, etnias y socioeconómicas. Abordar estas desigualdades no es solo un imperativo moral sino también una oportunidad económica. Según Deloitte, mejorar la equidad en salud podría añadir la asombrosa cantidad de 2,8 billones de dólares al PIB de EE. UU. para 2040. Este artículo explora cómo se puede aprovechar la salud digital para promover la equidad, desde el fortalecimiento de la infraestructura hasta el fomento de modelos de atención inclusivos que realmente sirvan a comunidades diversas.

Creación de una infraestructura de salud digital sólida para la equidad

La base del avance de la equidad en salud digital radica en el desarrollo de una infraestructura confiable y accesible. Las inversiones en salud digital han aumentado de manera espectacular, con EE. UU. a la cabeza del sector. De los 1 100 millones de dólares de 2010, las inversiones en salud digital se dispararon hasta casi 22 000 millones de dólares en 2020, lo que refleja la creciente confianza en el potencial de la tecnología para transformar la prestación de atención (Estatista).

Sin embargo, la infraestructura por sí sola es insuficiente si no tiene en cuenta las realidades a las que se enfrentan las poblaciones desatendidas. Los estudios revelan que los pacientes que reciben cuidados limitados o retrasados suelen tener historias clínicas electrónicas (EHR) menos fiables, lo que puede socavar la toma de decisiones clínicas y el análisis predictivo (Zink, Luan y Chen). Esta brecha pone de relieve la necesidad de sistemas digitales diseñados teniendo en cuenta la equidad, garantizando que las herramientas de recopilación de datos, interoperabilidad y participación de los pacientes sean accesibles y precisas en los diversos grupos demográficos.

Además, las tecnologías emergentes como los gemelos digitales (réplicas virtuales de pacientes o comunidades) ofrecen vías prometedoras para identificar y abordar las disparidades en el acceso a la atención médica. Al simular los escenarios de atención de la salud y la asignación de recursos, los gemelos digitales pueden ayudar a los responsables políticos y a los proveedores de atención médica a adaptar las intervenciones que colmen las brechas en la prestación de atención (Mohanty y col.). Estas herramientas no solo mejoran la comprensión de la dinámica de la salud de la población, sino que también facilitan la modelización predictiva que puede predecir el impacto de diversas intervenciones de salud antes de que se implementen en entornos del mundo real.

Además, la integración de la inteligencia artificial (IA) en la infraestructura de salud digital puede mejorar significativamente la capacidad de analizar grandes cantidades de datos de salud. Los algoritmos de inteligencia artificial pueden identificar patrones y tendencias que los analistas humanos pueden pasar por alto, lo que lleva a una toma de decisiones más informada. Por ejemplo, los modelos de aprendizaje automático pueden predecir qué poblaciones corren un mayor riesgo de contraer determinadas enfermedades en función de los determinantes sociales de la salud, como el nivel de ingresos, la educación y la ubicación geográfica. Esta capacidad permite a los sistemas de salud asignar recursos de manera proactiva y diseñar programas de divulgación específicos, lo que, en última instancia, fomenta un panorama de atención médica más equitativo.

Además, no se puede exagerar el papel de la participación de la comunidad en la construcción de una infraestructura de salud digital. Involucrar a los miembros de la comunidad en el diseño e implementación de soluciones de salud digital garantiza que estas herramientas sean culturalmente relevantes y fáciles de usar. Las iniciativas que priorizan los comentarios de poblaciones diversas pueden conducir a intervenciones de salud más eficaces y a una mayor confianza en las tecnologías de salud digital. Al fomentar la colaboración entre los desarrolladores de tecnología, los proveedores de atención médica y las partes interesadas de la comunidad, podemos crear un ecosistema sólido que respalde la equidad en salud y aborde las necesidades únicas de todas las personas.

Modelos de atención inclusiva: participación de las comunidades y los proveedores

La promesa de la tecnología solo se cumple plenamente cuando las soluciones de salud digital involucran a las comunidades a las que pretenden servir. El programa de control de la diabetes de Teladoc Health ejemplifica esto al lograr tasas de inscripción más altas entre los miembros afroamericanos e hispanos, lo que indica una mayor participación en las herramientas de salud digitales en poblaciones históricamente desatendidas por los sistemas de salud tradicionales (ESTADÍSTICA).

Inclusive care models

Estas historias de éxito subrayan la importancia de intervenciones adaptadas y culturalmente competentes que reflejen las experiencias vividas por los pacientes. Más allá de la participación de los pacientes, la equidad requiere crear una fuerza laboral de atención médica diversa. El Dr. Clifford Goldsmith, director médico de Microsoft US Health and Life Sciences, hace hincapié en la necesidad de abordar las causas fundamentales de la inequidad en materia de salud mediante el fomento de las alianzas y la promoción de más profesionales negros, latinos e indígenas para que desempeñen funciones clínicas. Este enfoque no solo mejora la calidad de la atención, sino que también genera confianza en las comunidades marginadas (Orfebre, HIMSS).

La integración de las voces de la comunidad en el diseño y la prestación de servicios de salud digital garantiza que las soluciones sean pertinentes y eficaces. Este enfoque participativo puede desmantelar barreras como el idioma, la alfabetización digital y la desconfianza, que a menudo dificultan el acceso equitativo a la atención. Al involucrar activamente a los miembros de la comunidad en el desarrollo de tecnologías de salud, los proveedores pueden comprender mejor los desafíos y preferencias específicos de las diversas poblaciones. Por ejemplo, los grupos focales y las encuestas pueden revelar información sobre las creencias culturales en torno a la salud y el bienestar, lo que permite crear programas que no solo informen sino que también capaciten a las personas para que se hagan cargo de su salud.

Además, no se puede exagerar el papel de los trabajadores de salud comunitarios (CHW) en este contexto. Los CHW suelen servir de enlace entre los proveedores de atención médica y las comunidades a las que sirven, lo que ayuda a cerrar las brechas en la comunicación y la comprensión. Su posición única les permite abogar por los pacientes, brindar educación y facilitar el acceso a los recursos necesarios. Por ello, invertir en la formación y el apoyo a los trabajadores sanitarios puede mejorar significativamente la eficacia de las iniciativas de salud digital, garantizando que no solo sean accesibles sino que también sean aceptadas por las mismas comunidades a las que pretenden ayudar.

Imperativos económicos y clínicos para promover la equidad en salud

Las disparidades en materia de salud conllevan una pesada carga financiera y contribuyen a unos 93 000 millones de dólares en costos excesivos de atención médica al año solo en los EE. UU. (Salud de las rocas). Reducir estas disparidades a través de innovaciones en salud digital no solo mejora los resultados sino que también alivia la tensión económica sistémica.

Desde una perspectiva clínica, la mejora de la equidad mejora la confiabilidad de los datos de salud y los modelos predictivos, que son fundamentales para la medicina personalizada y la gestión de la salud de la población. Se alienta a los innovadores de la salud digital a incorporar consideraciones de equidad en las primeras etapas del desarrollo del producto. McKinsey & Company destaca que imaginar cómo los productos abordan la equidad en salud puede generar nuevas oportunidades de mercado y, al mismo tiempo, cumplir con la responsabilidad social (McKinsey & Company).

Al alinear los incentivos económicos con una prestación de atención equitativa, las partes interesadas, desde los desarrolladores de tecnología hasta los pagadores y los proveedores, pueden acelerar el progreso hacia un sistema de salud más justo.

De cara al futuro: estrategias para una equidad sanitaria digital sostenible

Lograr una equidad sanitaria digital sostenible exige una estrategia multifacética. En primer lugar, las inversiones deben priorizar la infraestructura que respalde la precisión y la interoperabilidad de los datos en poblaciones diversas. En segundo lugar, los programas de salud digital deben diseñarse conjuntamente con las aportaciones de la comunidad para garantizar la relevancia y accesibilidad culturales.

En tercer lugar, ampliar la diversidad dentro de la fuerza laboral de la salud es esencial para fomentar la confianza y mejorar la calidad de la atención. La capacitación y el apoyo a los médicos de grupos subrepresentados pueden ayudar a desmantelar las barreras sistémicas y mejorar las relaciones entre el paciente y el proveedor.

Por último, la evaluación y adaptación continuas de las intervenciones de salud digital son cruciales. Aprovechar herramientas como los gemelos digitales puede proporcionar información en tiempo real sobre las disparidades e informar las decisiones políticas que promueven una distribución equitativa de los recursos.

A medida que el sector de la salud digital continúa evolucionando, adoptar la equidad como un principio de diseño fundamental no solo mejorará los resultados de salud, sino que también generará un valor económico sustancial. El camino a seguir requiere la colaboración de los innovadores tecnológicos, los proveedores de atención médica, los responsables políticos y las comunidades para construir un ecosistema de atención médica en el que todos tengan la oportunidad de prosperar.

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